La terraza es un sector de la casa que a veces queda abandonado y se convierte en un depósito de trastos viejos u objetos en desuso. La de la imagen es un claro ejemplo, y los resultados son espectaculares. Ahora la vivienda recuperó un lugar donde pasar gratos momentos disfrutando el sol y del aire fresco. Gracias a la instalación de un quincho cerrado hecho de madera y vidrio, este espacio se puede aprovechar durante todo el año.
Esta terraza era transitable pero el revestimiento estaba totalmente deteriorado. El sector estaba prácticamente abandonado y contenía algunas macetas vacías, otras con plantas moribundas y bancos de material que ya merecían pasar a mejor vida.
En otro sector de la terraza se observa una pared tan deteriorada como el piso y una colección de objetos en desuso como botellas, latas y sanitarios.
El primer paso que llevó el estudio La Pecera fue la instalación de una membrana asfáltica para proteger toda la terraza de la acción del sol y la humedad.
Por encima de la membrana se aplicó pintura aislante y en algunos sectores se espació un lecho de piedra blanca partida.
El paso siguiente fue incorporar una cerca perimetral de madera, donde la zona inferior tiene las tablas dispuestas en forma compacta y la superior se dejó una luz mayor para permitir contar con una visual más amplia.
Además de la cerca perimetral se instaló un deck de madera bordeado de piedra blanca partida.
El trabajo siguiente fue la construcción de un confortable quincho con un techo de leve pendiente y una estructura hecha totalmente de madera con grandes paños de vidrio.
En uno de los rincones se instalaron muebles de jardín y maceteros cilíndricos con flores.
La nueva terraza también cuenta con un sector de relax, donde se puede observar un cantero de madera lleno de flores y una escultura metálica de reminiscencia hindú.
Para ver otra gran renovación, este libro de ideas muestra una terraza sorprendente.