Cómo mantener las alfombras como el primer día

Armando Cerra Armando Cerra
FABULA living, BLOOM & STYLE BLOOM & STYLE Floors
Loading admin actions …

Cuando compráis una alfombra el vendedor ya os van a informar en profundidad sobre los cuidados que necesita este elemento decorativo. Seguramente estamos ante uno de los objetos del hogar con el que más cuidado hemos de tener en este sentido. Una alfombra está en el suelo, la pisamos y por la ley de la gravedad cualquier cosa, sólida, líquida o gaseosa, puede acabar en ella. Es decir, puede ser un foco de suciedad y a la larga de infección de primer orden, algo muy a tener en cuenta si tenemos en casa niños o mascotas, porque la alfombra va a ser uno de sus lugares favoritos. A eso habría que sumar el factor estético, ya que no hay nada más triste y más esclarecedor que una alfombra sucia en el salón. Por todas estas razones, hay que seguir todas las recomendaciones que os den para mantener una alfombra en buenas condiciones. Y nosotros nos sumamos, y aquí te damos las claves principales.

​Distintos materiales, distintos tratamientos

Las alfombras pueden ser de lana y otros hilos, de pelo corto o largo, pero también de vinilo o de fibras naturales como el bambú. Cada uno de estos materiales requiere unos mantenimientos concretos.  Vamos a empezar por las más sencillas, que son las alfombras vinílicas. En estas es tan fácil como fregarlas cada vez que freguemos el suelo. Es decir, su carácter plástico les hace resistentes al agua y son fácilmente limpiables en este sentido. Algo similar a lo que ocurre con las alfombras de fibras naturales como el yute, el sisal o el bambú. Eso sí en este caso, dependiendo del tipo de trenzado puede ser más complicado y requerir más tiempo una limpieza en profundidad. En cambio, con las tradicionales alfombras de lanas, además de la limpieza cotidiana y casera que luego os contaremos, es necesario recurrir a lavanderías especializadas cada cierto tiempo.

El remedio del bicarbonato de sodio

Hay diferentes productos en el mercado para llevar a cabo una limpieza casera de las alfombras. Muchos de ellos funcionan con vapor y aunque son eficientes, también es cierto que pueden ser altamente químicos y un tanto agresivos. Por ello, por ser más ecológico y ahorrador se puede recurrir al bicarbonato de sodio.

Es muy fácil. Espolvorea el bicarbonato por toda la alfombra en una capa regular, y si hay alguna mancha ahí refuerza un poco la cantidad. Deja que el bicarbonato se aposente durante al menos un par de horas (si son más, mejor) y luego pasa la aspiradora hasta eliminar cualquier resquicio del bicarbonato. Ya está, la mejor limpieza casera que le puedes dar una vez al mes más o menos.

​El remedio del bicarbonato de sodio

Hay diferentes productos en el mercado para llevar a cabo una limpieza casera de las alfombras. Muchos de ellos funcionan con vapor y aunque son eficientes, también es cierto que pueden ser altamente químicos y un tanto agresivos. Por ello, por ser más ecológico y ahorrador se puede recurrir al bicarbonato de sodio. Es muy fácil. Espolvorea el bicarbonato por toda la alfombra en una capa regular, y si hay alguna mancha, refuerza en ese punto con un poco más de cantidad. Deja que el bicarbonato se aposente durante al menos un par de horas (si son más, mejor) y luego pasa la aspiradora hasta eliminar cualquier resquicio del bicarbonato. Ya está, la mejor limpieza casera que le puedes dar una vez al mes más o menos.

​La limpieza semanal

Mucho más frecuente ha de ser otro tipo de limpieza. Esta puede tener un carácter semanal y hasta puede convertirse en un juego con los niños. Se trata de quitar todos los muebles y objetos que pueda haber sobre la alfombra, sacarla al jardín o la terraza y sacudir o bandearla para eliminar el polvo acumulado. Esta tarea, se haga de forma más o menos divertida, lo cierto es que es absolutamente imprescindible.

El trabajo de un profesional

Ya hemos citado antes que las alfombras de tejidos tradicionales, independientemente de su diseños, hay que llevarlas a la lavandería más o menos una vez al año. Y reiteramos que es muy importe realizar esa limpieza con la regularidad que nos indiquen, principalmente por motivos de higiene. Para convenceros aquí va un dato: en un metro cuadrado de alfombra pueden vivir hasta 100.000 ácaros. Y este número se puede incrementar enormemente si tenemos una gran alfombra de pelo largo en el salón. Escalofriante. Así que de vez en cuando hay que hacer una buena limpia, casi exterminio, de esos bichitos invisibles a nuestra vista.

https://www.homify.es/espacios/salones

​El trabajo de un profesional

Ya hemos citado antes que las alfombras de tejidos tradicionales, independientemente de su diseños, hay que llevarlas a la lavandería más o menos una vez al año. Y reiteramos que es muy importante realizar esa limpieza con la regularidad que nos indiquen, principalmente por motivos de higiene. Para convenceros aquí va un dato: en un metro cuadrado de alfombra pueden vivir hasta 100.000 ácaros. Y este número se puede incrementar enormemente si tenemos una gran alfombra de pelo largo en el salón. Escalofriante. Así que de vez en cuando hay que hacer una buena limpia, casi exterminio, de esos bichitos invisibles a nuestra vista, pero posibles peligros para nuestra salud.

​Limpieza de las manchas de forma inmediata

La limpieza en las máquinas de una lavandería puede devolver el brillo a nuestra alfombra, no obstante, tal vez no sea capaz de quitar las huellas de una mancha de café o de vino caído hace meses. Por eso, este tipo de accidentes hay que arreglarlos lo más rápido posible. ¡Qué no cunda el pánico! Hay remedios sencillos y de fácil aplicación. Está claro que hay productos específicos en las droguerías para este tipo de incidentes, si bien has de saber que generalmente entre sus ingredientes está el amoniaco. Así que también podéis eliminar esa mancha con solo papel absorbente, agua oxigenada, una esponja y la aspiradora. Esta es solo una solución porque hay otros remedios yprácticas caseras a base de vinagre, e incluso con agua gasificada.

​Caminar descalzo por la alfombra

En primer lugar caminar descalzo por la alfombra es un placer, es una de esas sensaciones que por si solas son capaces de proporcionarnos la idea de hogar. No solo caminar, sino sentarnos, tumbarnos, jugar con nuestros hijos, etc, algo que sin duda es de lo más placentero y tiene algo  de sentimiento ancestral, y más aún en alfombras de diseños muy tradicionales como el que nos presenta aquí la casa de Louis de Poortere. No obstante, esa idea de caminar descalzos por la alfombra es una de las medidas más eficaces, obviamente no para limpiar, pero si para manchar lo menos posible nuestra alfombra. Así que si tienes grandes alfombras en casa ya sabes, tú, toda tu familia y tus invitados, tenéis prohibido pisar la alfombra con calzado. 

Need help with your home project?
Get in touch!

Highlights from our magazine