Pérgolas de aluminio: símbolo de bienestar y elegancia

Armando Cerra Armando Cerra
OTDOOR, Comercial MecanoToldo S.L.U Comercial MecanoToldo S.L.U Patios & Decks
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Una pérgola es tan imprescindible en un jardín como las flores. De hecho, al igual que ocurre con la vegetación, las pérgolas alcanzan todo su esplendor con el buen tiempo, cuando los rayos del sol hacen que se abran. Se puede optar por muchos modelos de pérgolas, toldos, sombrillas, cenadores, porches o parasoles. Pero aquí os vamos a hablar de unas cuantas ideas sobre las pérgolas realizadas en aluminio, un metal resistente a las inclemencias meteorológicas pero al mismo tiempo muy ligero, para que estas estructuras no supongan la realización de costosas obras.

Pérgola bioclimática

La última tendencia en las pérgolas realizadas con aluminio es la de las pérgolas bioclimáticas. Un novedoso sistema que consigue que podamos disfrutar de ese espacio cubierto durante todo el año. Ella sola es capaz de regular la temperatura del interior, y por supuesto, como todas las pérgolas, sean del material que sean, es un elemento para refugiarse del sol, la lluvia y las diferentes inclemencias meteorológicas. En el caso de la pérgola que os mostramos en la imagen, se trata de un elemento realizado en aluminio termolacado de gran calidad y que podéis encontrar en  la casa catalana Comercial Mecanotoldo.

La sencillez del aluminio

No obstante, todas las pérgolas de aluminio no tiene que ser tan sofisticadas como la anterior. También pueden ser treméndamente sencillas como la que vemos en la foto que también es de una empresa catalana, en este caso Tendals Egara. Se trata de una pérgola cuya estructura a base de pilares perpendiculares y vigas horizontales se ha construido con perfiles de aluminio lacado de 80 x 40 milímetros, y todo ello sustenta la cubierta textil que se puede recoger en el caso de fuerte viento o de que se quiera tomar el sol en ella.

Una pérgola sin pilares

Las pérgolas tradicionales tienen soportes verticales, sin embargo en este caso no son necesarios. La pérgola se construye a partir de tres grandes vigas de aluminio ancladas a las paredes que delimitan este espacio. Y sobre esas dos vigas se desliza el material textil que se convierte en su cubierta protectora. Evidentemente este sistema de pérgola es mucho mas duradero que otras apoyadas en el suelo y sus dimensiones pueden variar. De hecho, sus fabricantes han testado su sistema y saben que resiste la intensidad de vientos de hasta 90 km/h, y que con este sistema se pueden cubrir casi 120 metros cuadrados.

La pérgola más clásica

La foto que acompañan estas líneas nos muestra el modelo más clásico de pérgola de aluminio. Unos sencillos pilares verticales y una estructura cuadrada superior para generar una cubierta a cuatro aguas. Sencillo, pero muy dinamizado por los detalles del aluminio en forma de friso y de pináculos sobre los pilares. Para garantizar totalmente su estabilidad, la pérgola se ha levantado sobre una solera embaldosada, de forma que queda completamente anclada al suelo.

Aluminio, tela y madera

En este otro caso mostramos una pérgola de diseño muy similar, sin embargo la gran diferencia son sus pilares. Que este caso se han realizado con una gruesa sección de madera barnizada y tratada para exterior. Aquí las vigas que unen esos cuatro pilares, no solo cumplen una función estructural, sino que además son la guía para que el mismo textil de la cubierta, se prolongue como cortinajes verticales. De manera, que toda la pérgola se puede cerrar por completo ganando en intimidad, impidiendo el molesto paso de los mosquitos durante la noche y protegiendo del viento. De esta manera, se puede disfrutar de nuestro jardín o de nuestra terraza prácticamente en cualquier momento.

Un elegante parasol

Esta pérgola tiene una clara forma de parasol. Su gran ventaja es que si hay que recogerla, se hace de forma muy fácil y el espacio que ocupa es mínimo, ya que todo el amplio parasol se recoge en el único pilar de aluminio que sostiene la estructura. Es una idea muy interesante, tanto para un jardín particular como para un espacio comercial, como la terraza de una cafetería o de un restaurante de fogones de cocina moderna.

Y ahora un doble parasol

La evolución de la pérgola anterior, es este otro modelo doble. Pero solo es doble el parasol, para que todo se sigue manteniendo en pie gracias a un único pilar de aluminio. Posiblemente sea demasiado para una terraza particular, sin embargo es una excelente solución para un complejo hotelero, a poder ser a orillas del mar, como lo vemos en la imagen.

Disfrutando de la piscina

Si realmente somos unos sibaritas que nos encanta pasar todo el verano disfrutando de nuestra piscina, entonces tarde o tempranos nos haremos con una pérgola como la que vemos en la foto. ¿Habrá sensación más confortable y glamurosa que sentarnos, tumbarnos, bajo esta pérgola? No solo es la protección de la radiación solar que nos ofrece, y que hasta dispone de cortinas verticales para resguardarnos del viento. Es que todo su interior está ocupado por una cama, para tumbarnos, leer, echarnos la siesta, o estar jugando con los hijos en la postura más placida que uno se puede imaginar.

Un cubo en el jardín

También tiene una cama en su interior, también protege del sol, la lluvia y el viento, pero este modelo de pérgola, está a medio camino entre el concepto de porche y el de casi habitación anexa. Vendría a ser la evolución de las pérgolas. Tiene todas sus ventajas, al permitir disfrutar del espacio abierto, ya que salvo uno de sus laterales que es opaco, el resto permiten contemplar el entorno, o bien por estar acristalados o abiertos para acceder dentro. Sin duda, en las noches más calurosas del verano, se convertirá en la habitación más demandada para conciliar el sueño.

La liviandad del aluminio

Después de haber visto varios modelos de pérgolas de aluminio, más o menos amplios, más o menos prácticos y más o menos ampulosos, para acabar regresamos a lo que es la esencia de este elemento de exterior. Unos sencillos pilares metálicos y un gran toldo configuran ya una pérgola de aluminio, a la que se le pueden añadir todos los complementos que uno desee. Aquí por ejemplo un suelo móvil de madera, que no solo nivela el interior de la pérgola, sino que es el contrapeso ideal para garantizar su estabilidad.

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