Las piedras artificiales se pueden usar para dos variantes: por un lado, para realizar estatuas y figuras decorativas, y por el otro, como revestimiento para interiores y exteriores.
En las estatuas, es más liviano que la piedra natural, casi no necesita mantenimiento, y uno puede elegir el color de la figura. En los revestimientos, la piedra artificial no tiene un coste demasiado alto, es fácil de instalar y manipular, y es un excelente aislante térmico y sonoro. Además, da un realismo muy similar al de la piedra natural.
Y saliendo un poco del guión, también presentamos algunas ideas con piedras naturales, pero que han sido sometidas a un proceso de fragmentación para que, como grava, puedan ser usadas como cobertura en jardines interiores y exteriores.