Una transformación extrema
es como describe el proyecto que nos disponemos a mostraros el arquitecto parisino Angélique Chedemois. Ha costado 20.000 euros y a continuación podéis juzgar por vosotros mismos si el presupuesto ha sido bien invertido.
El arquitecto ha redistribuido el espacio de este apartamento de 31 metros cuadrados, ha cambiado algunas piezas importantes y a roto barreras y eliminado paredes. Comenzamos ya el recorrido por este pequeño apartamento al que pese a su tamaño no le falta de nada:
Esta imagen ofrece una visión general del apartamento durante las obras. El color rojo del techo nos permite apreciar el lugar en el que antes comenzaban las paredes y vemos como el baño se destapa por completo frente al objetivo.
Gracias a los planos del antes y del después podremos apreciar más a fondo las imágenes que vienen a continuación. En el nuevo apartamento se ha colocado la cocina en el espacio que ocupaba el cuarto de baño, la cama a pasado junto a la ventana y la cocina queda semiabierta al salón-comedor. Aquí están las imágenes del resultado:
El espacio es luminoso y muy acogedor. Desde esta perspectiva nos parece que son más de 31 los metros habitables. Los suelos y las paredes claras han ayudado, sin duda, a ampliar el espacio y los amplios armarios de almacenamiento han sido cuidadosamente elegidos para que su grandiosidad no se haga pesada ni reste amplitud a la estancia.
Detrás de la butaca oscura se encuentra el dormitorio. Un pequeño espacio que ha sido aprovechado al límite: zona de almacenamiento como somier del colchón, estantes hasta el techo como cabecero y mesilla…
Desde aquí vemos el acceso al balcón y como esta pared está casi cubierta por vidrio. Por supuesto este tipo de ventanales son una ventaja enorme a la hora de decorar y diseñar apartamentos pequeños. Además está el balcón que añadirá metros de más a la vivienda.
En el nuevo diseño el espacio dedicado a la cocina se quedaba en la mitad. Para que todo lo necesario entrara en la estancia los diseñadores debían de estrujarse la cabeza al máximo: armarios de almacenamiento hasta el límite del techo, los fuegos aprovechando la esquina de la superficie de trabajo, los electrodomésticos pequeños y uno encima del otro, tiradores poco extravagantes…